REFLEXIONES PARA UNA NUEVA LEY DE HIDROCARBUROS (LOH)
Rafael Gallegos Blog 464
La destrucción de Pdvsa es
total. Hay que recalcarlo. Ha perdido más de tres millones de barriles diarios
de producción. Un Kuwait diario. Las refinerías son unas cafeteras que producen
un poquito de gasolina hoy y otro poquito mañana (si no vibran). De ser
exportadores de gasolina hemos pasado a ser mendigos. Irán nos manda alguito y
que horror, lo cambian por oro. Y eso que ellos están sancionados hace años.
Claro, los iraníes no destruyeron su industria petrolera como, sin excusas, ha
hecho la “revolución”. La demolición de Pdvsa ha dejado a Venezuela sin
divisas, sin gasolina, sin gas… y, sin echarle la culpa a las sanciones. La
culpa es del gobierno.
Sin embargo tenemos cuantiosas
reservas de hidrocarburos. Somos un limosnero sentado en un barril. ¿Qué
hacemos? ¿Lo dejamos así? ¿O nos enfocamos a reconstruir la industria
petrolera?
EL
SIGLO XXI PARA LOS HIDROCARBUROS
¿Qué en veinte años estará
listo el carro eléctrico competitivo?, suponiendo que sea así, en primer lugar
son veinte años y en segundo término universalizar el fenómeno puede tardar
otra década. Para que un energético sustituya a otro se deben cumplir tres
condiciones: más limpio, mayor energía por unidad, y más económico. Hasta ahora
ninguna energía alterna ha sido más económica. O sea…
Y en segundo término los
hidrocarburos líquidos seguirán teniendo gran uso industrial, y el gas tiene
infinitas formas de utilización. El carbón fue “desplazado” hace décadas y todavía ocupa el 25% de las matrices
energéticas. ¿En cuánto tiempo saldrán el petróleo y el gas de las matrices energéticas,
si hoy ocupan casi la mitad de estas?
Además, no hay que descuidar
como opción mediata el posible uso del crudo de la faja como alimentos. Sí, o
nos comemos el petróleo… o hacemos que el mundo se lo coma. ¿Qué tal la faja
como granero del mundo en el siglo XXII? Ya los japoneses crearon la proteína
de petróleo.
El petróleo es un negocio. Y
lo seguirá siendo por unas cuantas décadas. La mayoría de las proyecciones así
lo indican.
RESURRECCIÓN
DEL PETRÓLEO VENEZOLANO
Todo indica que es imperativo
para los venezolanos resucitar su industria petrolera. Y como la destrucción de
Pdvsa es profunda, debemos arrancar casi de cero. Conceptualizar una nueva
industria. Y esos conceptos hay que plasmarlos en una nueva Ley Orgánica de
Hidrocarburos (LOH).
Es imperativo una industria
petrolera eficaz y eficiente. Que satisfaga la seguridad energética de los
venezolanos, esa energía que hemos perdido: gasolina, gasoil, diésel, gas. Que
sea capaz de generar divisas que impulsen el desarrollo. Requerimos una
industria próspera que sea capaz de servir para la construcción de un país próspero.
Nada ganamos con una industria petrolera de primera si esta no es un eje
dinamizador del desarrollo de Venezuela.
Por lo tanto una LOH debe
contemplar: la calidad de la industria, y su vinculación con el desarrollo nacional.
La destrucción de Pdvsa la
ubica en estado de emergencia. Hay que recoger los escombros. Ergo, una nueva
LOH debe contemplar atender el estado de
Emergencia. Afortunadamente, más de 150 conocedores del tema, parte
importante del pensamiento petrolero
venezolano, han diseñado por más de dos años un Plan Táctico de
Emergencia (PTE), que debe ser muy útil a la hora de los cambios.
PERFIL
DE UNA LOH
La industria petrolera debe competir
de tú a tú con la Shell, la Exxon y paremos de contar. Por lo tanto requiere de
pingues inversiones, tecnologías de punta y gerencia de primer nivel. Si falla
alguna de las tres, falla el negocio. Como contra ejemplo está la Pdvsa roja,
que no dispone de ninguno de esos elementos y por ello ha llegado a este
deplorable estado. Para lograr una industria de hidrocarburos competitiva y
vinculada con el desarrollo de Venezuela, la nueva LOH debería contemplar los
siguientes aspectos:
-
Despolitización
Pdvsa
pasó de ser una empresa petrolera con contenido social, a ser una empresa
política con algún contenido petrolero. La fidelidad partidista se colocó por
encima de aspectos técnicos, se excluyó a casi la mitad de sus técnicos y
gerentes (conflicto 2002), y luego multiplicó por tres su personal colocando en
primer lugar la fidelidad socialista y en lontananza la productividad del
negocio. La “revolución” construyó una empresa altamente politizada.
Por ello
despolitizar el negocio es la primera prioridad para el logro de una industria
próspera. Y despolitizar implica:
1.-
Limitar las funciones del ministerio a generación e implantación de políticas,
representación internacional y la regulación del negocio.
2.-
Crear la Agencia Venezolana de Hidrocarburos. Con independencia del ministerio,
que se encargue de otorgar los permisos para operar, y que monitoree a las
nuevas empresas.
3.-
Las leyes deben minimizar la discrecionalidad
de los gobiernos, más con esta historia de mesianismo que nos identifica.
-
Captación de capitales privados
El capital privado nacional e
internacional en la industria petrolera venezolana no es un designio ideológico,
es una necesidad. Sin capitales privados extranjeros y venezolanos, no hay
arranque posible.
Y el mercado de capitales pos
covid estará muy competitivo. Por lo que la LOH debe hilar fino. Comenzar por contribuir
a generar Confianza, o sea a hacer los dueños de los capitales, piensen que
vale la pena invertir miles de millones de dólares en los hidrocarburos
venezolanos, más que en otros países.
A tal efecto, la nueva LOH
debería mostrar Rondas de Licitación flexibles y transparentes. Y diseñar
condiciones para, como sucede en casi todos los países petroleros de América
Latina, la existencia de empresas de Ganancias Compartidas donde se oferte con
condiciones particulares para cada negocio, así como Concesiones y Empresas Mixtas.
Igualmente Pdvsa debe quedar
como una empresa más, de dimensiones acordes a su capacidad gerencial y que
compita sin preferencias en el nuevo abanico empresarial.
El gas es un negocio con gran
futuro y cada vez con más particularidades respecto al negocio de hidrocarburos
líquidos. Hay que darle un trato preferencial. Los legisladores deberán definir si incorpora lo
referente al tema en la misma LOH, o si se
requiere una Ley del Gas.
VINCULACIÓN
NEGOCIO – PAÍS
A excepción de estos veinte
años de “revolución”, la industria petrolera venezolana ha sido eficiente a lo
largo de su historia. Sin embargo no se ha sembrado el petróleo de manera
sustentable, es decir logrando una vinculación permanente entre el negocio
petrolero y el desarrollo de Venezuela. La renta petrolera en general no se usó
de manera estratégica. Más bien engrosó el gasto público, mantuvo una moneda
dura y disimuló una gran improductividad. Estos aspectos le quitaron brillo, soporte
y sustentabilidad a los innumerables logros - que los hubo - de muchos años, y conformaron un caldo de
cultivo para un liderazgo populista como el que padecemos.
Es necesario cambiar el
paradigma de la renta, o la mentalidad de rentismo, para vincular la industria al país. En primer
lugar ampliar el concepto. No es la renta, es el Beneficio del Negocio de los Hidrocarburos. Que incluya la regalía
y los impuestos, la economía conexa, la petroquímica, la responsabilidad social
y las energías alternas. De alguna manera los legisladores deben manejar esta
realidad que es el fin último de la industria.
Para la regalía y los
impuestos se debería normar que su uso sea únicamente en inversiones, y dejar
buena parte de la regalía (y tal vez del impuesto) en la zona donde se produce.
Ello además de ser justo, dinamizaría el desarrollo de las provincias. Igualmente
se debe asomar la necesidad de sentar pautas para la economía conexa, la
responsabilidad social, la petroquímica y las industrias explotadoras de
energías alternas, de manera tal que
cuando se acabe el negocio, las zonas petroleras no sean pueblos fantasmas,
sino comunidades de alto desarrollo.
La industria petrolera es
mucho más que la renta, es energía creadora que debe catalizar el desarrollo de Venezuela. Y eso
se debe contemplar en los paradigmas que soporten la LOH.
CONCLUSIONES
1.
El petróleo es negocio y lo será por algunas décadas.
2.
Tenemos cuantiosas reservas.
3.
Para explotar el negocio hace falta romper
paradigmas y reflejarlos en una nueva LOH que proponga una industria de
hidrocarburos altamente competitiva, que vincule el negocio con el desarrollo de
Venezuela.
Parafraseando a Gente del
Petróleo (a mucha honra), los venezolanos tenemos la oportunidad de utilizar la
energía, para el cambio.
PD: El proyecto de Ley Antibloqueo le da al Ejecutivo da toda la discrecionalidad para entregar, vender, alquilar o cualquier modalidad las instalaciones y funciones de Pdvsa sin entregar cuentas al Legislativo. Nada que sorprenda. Posiblemente asistiremos a una singular privatización del negocio. ¿Chinización de la “revolución”?. ¿Nuevos escenarios? Pilas y guáramo siguen siendo nuestras primeras necesidades.
Esta
columna es publicada en los diarios digitales de Estados Unidos “Informe 21” y
“Diario de Caracas”, y en la revista latinoamericana “Petroleum”
Como diría mi querido periodista Carlos, desde Miami ¿así o más claro?
ResponderEliminarYa ni se que pensar
ResponderEliminarbuen artículo
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