18 DE OCTUBRE, GOLPE Y REVOLUCIÓN
Rafael Gallegos Blog núm. 371
A más de setenta años de
distancia, todavía se discute si el 18 de octubre de 1945 ocurrió un golpe de
estado o una revolución. Opiniones habemus.
Aunque para sus artífices fue una
revolución y para sus enemigos un vulgar golpe de estado.
Creemos que sí fue un golpe
porque, ¿quién lo duda?, fue derrocado un presidente constitucional. Un hombre
amplio que envió a los venezolanos un mensaje de nueva era al abrazarse con el
candidato derrotado de 1941 Rómulo
Gallegos, algo inédito en un país de montoneras y dictaduras. Durante su
gobierno hubo amplias libertades, se crearon y permitieron partidos y no hubo presos
políticos. Construyó El Silencio, proyectó la Ciudad Universitaria, inició la
campaña sanitaria, creo el Impuesto sobre la Renta, lideró la Ley Petrolera de
1943, comenzó a construir muchas escuelas… y sin embargo, lo tumbaron.
¿Qué pasó? En primer lugar
la conspiración venía gestándose desde hacía varios años y se reforzó con el
retorno de los oficiales que habían estudiado en Perú. Previamente hubo intentonas fallidas en 1943
y 1944. En 1942 se había fundado la Unión Patriótica Militar, a la larga liderada
por Pérez Jiménez y Delgado Chalbaud. El eterno y nefasto militarismo fue la
causa del golpe. Claro que también influyeron los “chopo e piedra”, forjados a
la sombra del gomecismo, que sin ninguna escuela jefeaban a los jóvenes oficiales.
Pero Medina no se pudo
librar del poder de los militares andinos que desde hacía 45 años gobernaban a
Venezuela. No supo o no quiso otorgar elecciones universales, directas y
secretas, que ya eran modus operandi
en los procesos democráticos del mundo. No interpretó su hora, o no pudo superarla.
Y esa, fue la justificación del golpe.
También influyó la mala
suerte. Porque el candidato Diógenes Escalante, Embajador en Estados Unidos, convertido en candidato
unitario luego de acordar con los líderes de AD Betancourt y Leoni que cuando fuera presidente garantizaría la
elección universal, directa y secreta; tuvo un problema cerebral muy serio una
semana antes de ser proclamado candidato. En su lugar, Medina escogió al Dr.
Ángel Biaggini, ministro de Agricultura que había proclamado la Ley de Reforma
Agraria. Su candidatura no generó consenso.
Y para remate lo desprestigió
bárbaramente que en una carta que hicieron pública, escribió de su puño y letra
“entuciasmo”. Seguramente este error ortográfico le restó mucho entusiasmo a su
candidatura.
Dicen que Medina creía que
el golpe era de López Contreras, y que éste a pesar de no haber participado, pensaba
que era para él. Tanto que López se fue con el Presidente del Congreso a
Miraflores… y los apresaron a los dos.
Por su parte Rómulo
Betancourt mantuvo en secreto las negociaciones con los militares. En AD eran
muy pocos los que sabían su participación. Habrá pensado el líder que ahora o
nunca, o que podría manejar a los uniformados. Lo cierto es que en el mitin del
Nuevo Circo un día antes del golpe, Betancourt le preguntó a sus
“conciudadanos” si un pueblo de libertadores podía admitir que cada cinco años
una camarilla le eligiera los gobernantes… al día siguiente era Presidente de
la Junta de Gobierno, integrada por los adecos Raúl Leoni, Luis Beltrán Prieto
y Gonzalo Barrios; dos militares y un secretario civil. Como dato curioso, no
le dieron cabida a Pérez Jiménez en la junta.
¿Fue Revolución el 18 de
octubre?, si no fue tal, por lo menos generó cambios profundos que emocionaron
a toda una generación desde el comienzo. Por ejemplo, el connotado dirigente Edecio
La Riva Araujo, de la Unión Nacional Estudiantil (UNE), producto de la división
de la Federación de Estudiantes de Venezuela (FEV) y germen del futuro Copei, afirmó
que Gómez no había muerto el 17 de diciembre de 1935, sino el 18 de octubre de
1945.
Y no dejaba de tener razón,
porque López Contreras y Medina Angarita, por más demócratas que afortunadamente
resultaron, eran vistos como funcionarios del gomecismo. En cambio el nuevo
presidente Rómulo Betancourt, era un hombre joven de 37 años, líder del
movimiento denominado “Generación del 28”.
La Junta de Gobierno generó
muchos cambios. Alfabetización, escuelas y hospitales, incremento de la
participación de los venezolanos en el negocio petrolero, nueva Constitución y
sobre todo, la elección presidencial libérrima del novelista Rómulo Gallegos en
1947. Pero los militares seguían conspirando en un marco de Guerra Fría, donde Estados Unidos prefería dictaduras
militares que demócratas con tintes rojillos, por lo que se generó la llamada
Internacional de los Sables.
Siempre se dijo que los
“adecos eran muy sectarios” y que al autor de Doña Bárbara le faltaba roce
político. Cuando en una entrevista otro gran novelista, Miguel Otero Silva, le
preguntó acerca de rumores de golpe, Don Rómulo le contestó, ¿usted cree que si
eso fuera cierto yo estaría empantuflado?
Pues empantuflado lo derrocaron
el 24 de noviembre del 48.
Comentarios
Publicar un comentario