LA PLANTA INSOLENTE… DE LOS COBRADORES
Rafael
Gallegos Blog núm. 326
Venezuela estaba en default en 1902 cuando Alemania, Gran
Bretaña e Italia intentaron cobrarle a cañonazos deudas que se habían tornado
en impagables y venían acumulándose desde
hacía décadas.
Los “negociadores” de los
préstamos generalmente se llenaban de libras esterlinas. El escritor Juan
Vicente González, a quien le decían “traga libros”, se tropezó en una ocasión en
la calle con Rojas, uno de los negociadores de préstamos. Rojas le dijo por
fastidiarlo: adiós “traga libros”, y González ni corto ni perezoso le
respondió: adiós “traga libras”.
Las naves europeas cañonearon
las costas venezolanas. Fue cuando Cipriano Castro expresó: “la planta
insolente del extranjero ha profanado el suelo sagrado de la patria”. Castro le
solicitó ayuda a Estados Unidos, Mr. Roosvelt intercedió y solucionó el
problema. Aplicó un corolario a la Doctrina Monroy: “América para los
norteamericanos”. Era la época de la toma de Cuba y de Puerto Rico, así como de
la “independencia” de Panamá para construir el Canal. “I took Panamá “, se
jactaba Teodoro Roosvelt.
Al final Venezuela quedó pagando el 30% de sus ingresos
aduaneros. A partir de este desagradable episodio surgió la Doctrina Drago: “ningún
Estado extranjero puede utilizar la fuerza contra una nación americana a objeto
de cobrar deudas financieras.”
Hoy a Venezuela nuevamente
la ronda un default. Los cobros ahora
no son a cañonazos; pero medidas de prohibición de negociación o embargos al
régimen o a sus personeros, sí están en el menú. Ah!, y esta vez no podrá
“salvarnos” Estados Unidos, porque precisamente… es uno de los principales
cobradores.
BANQUEROS
Y ASFLATEROS CONTRA CASTRO
Cuando Castro llegó al
poder, se enteró que la una subsidiaria de la empresa norteamericana “General
Asphalt” explotaba asfalto del Lago Guanoco y jamás había cumplido sus
compromisos. Les prohibió seguir operando hasta que pagaran.
Previamente, en 1899, cuando
se convirtió en Presidente de la República, Manuel Antonio Matos le dio una
calurosa bienvenida en nombre de los banqueros. Estos le hicieron un préstamo y
cuando se le acabó el dinero, Castro les
pidió renovar el “fiao”, a lo que se negaron.
Furioso, los encerró en “La Rotunda” para que “recordaran algún entierro”. Después
los sacó a la calle, sucios y encadenados. El pueblo les escupía, les echaba
orines y les sacaba la madre. Cuando los soltó les hizo un baile como desagravio. Pero nada impregna tanto el fondo del alma
como una humillación.
Manuel Antonio Matos se alió
con la asfaltera suspendida General Asphalt a objeto de derrocar a Castro. Ésta
le dio dinero y un barco. A comienzos de 1902 se inició la llamada “Revolución
Libertadora”, de cruentas batallas como en La Victoria (22 días), y al año
siguiente la de Ciudad Bolívar.
Matos llegó a disponer en
La Victoria de 14.000 hombres contra 6.000 de Castro… y perdió. ¿Qué había
sucedido? Dispuso de más gente; pero menos entrenada que la de Castro. Éste
estaba modernizando su ejército, que era veterano y tenía la escuela de los
liberales de Colombia. Matos disponía de dinero; pero Castro de estrategia y
voluntad; abandonó la Presidencia para guerrear, mientras dicen que Matos iba a
las batallas elegantísimo y con un ridiculón paraguas de seda para protegerse
del sol. Y finalmente, Castro era el jefe único, mientras que la Libertadora,
estaba llena de caudillos locales de grandes ambiciones.
Perdieron a pesar que toda
Venezuela estaba contra Castro por borrachón, parrandero, autoritario y
copartícipe de la decadencia y pobreza que se vivía en el país.
SIMILAR
A LAS ELECCIONES DEL 15 DE OCTUBRE
El triunfo de Castro en la
Libertadora, guarda alguna similitud con la derrota de la oposición el 15 O.
Toda Venezuela estaba contra el gobierno… y perdimos. El gobierno aplicó
tácticas del G2 cubano- que viene de Goebbels- un burdo ventajismo, mientras
los opositores jugamos limpio… casi hasta la lumpia. Aplicaron un liderazgo único mientras el de la
oposición se diluía.
Aspectos que es necesario
reflexionar para ganar las presidenciales de 2018.
CASTRO
GANÓ LA BATALLA… Y QUEDÓ SENTENCIADO
Castro – “monito villano” –
según Roosvelt, ganó las batallas; pero fue derrotado políticamente. Quedó
sentenciado por el imperio. Adicionalmente rompió relaciones con Colombia, Holanda
y Estados Unidos. En 1908 se enfermó y fue un momentico a operase a Alemania.
Su compadre Juan Vicente, en alianza con Estados Unidos, lo sacó de juego. Es
que el imperio existe y es malo.
Maduro ganó las Regionales;
pero inflacionaria y políticamente está acorralado, así como sentenciado por el
mundo occidental.
Mientras Gómez se unió con
los opositores a Castro, la oposición venezolana anda como perros y gatos. Por ello,
si perdemos la próxima… seremos los únicos culpables. Se solicita liderazgo
unitario ya.
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