SÍ ESTAMOS EN SOCIALISMO
Rafael
Gallegos Blog núm. 257
Algunos personeros del
gobierno vienen ahora con el cuento que el socialismo (léase comunismo) no ha comenzado en Venezuela porque todavía
persisten las relaciones capitalistas y burguesas. O sea, que luego de diez y
siete devastadores años, apenas hemos escrito el prólogo de la “revolución”. Entonces,
¿cómo será el libro? La verdad es que como diría Pirro: otra “revolución” como esta nos
quedamos sin país.
No lo dude, estamos en socialismo (léase comunismo). Los comunismos,
al igual que la Venezuela que padecemos, se caracterizan por repartir lo que no
hay, un estado gigantesco y fofo, escasez, inflación, hambre, tarjetas de
racionamiento, patéticos paqueticos de
comida, gigantesca improductividad, represión, presos políticos, agresión al pensamiento
diferente. Pura destrucción estratégica para permanecer por siempre en el
poder. En el socialismo “bolivariano” – cómo protestaría el Libertador - hay
que agregar el vergonzoso record de ser la primera hambruna petrolera de la
historia.
Aquí, como en todos los
comunismos, los líderes comienzan como Mesías y terminan como falsos profetas, por
ejemplo Stalin, Ceausescu, Mao, Lenin y etc. Pura marabunta que carcomió sus
respectivas sociedades, hasta que todo se les derrumbó. En Venezuela las
encuestas muestran que la “revolución”… ya se derrumbó el corazón del pueblo. Es
que amor con hambre no dura.
Observen en las carnicerías
a la gente más humilde pidiendo un kilo de bofe, o las repetidas veces que
preguntan por los recortes. O la flacura generalizada… hambre.
Te
pareces tanto a mí
No lo dude, “esto” que
padecemos en Venezuela, sí es socialismo. Nada de que no ha comenzado, o que se
ha desviado. En lo fundamental, no ha habido nada diferente a Cuba, Camboya,
Corea del Norte, en las otrora URSS, o países tras la cortina de Hierro, o
China y paremos de contar. La misma plana. En todos, el hambre se acrecentó a
paso de vencedores. Pueblos hambrientos sin capacidad de producción… y a veces
aplastados por el totalitarismo.
Todos los comunismos, en el
nombre del proletariado han acometido entre otras acciones:
-
Expropiaciones: Empresas productivas convertidas
en eriales. Al final ni artículos de consumo ni comida. Pero no importa porque
ser rico es malo.
- Polarización: Los que no piensan igual son
traidores, enemigos de la patria, agentes del imperio. En nuestra versión
tropical ricachones, pelucones, patiquines, sifrinos.
-
Licuefacción de poderes: Cero independencia
de los poderes. El jefe de la revolución, es el dueño del país. En nuestra
versión tropical, Ley elaborada por la Asamblea, Ley anulada por el TSJ… y en
general los poderes parecen ministerios.
- Ataques a la libertad de expresión: En casi
todos los comunismos, la libertad es inexistente. En nuestro caso: RCTV,
emisoras de radio “democratizadas”, renovación de concesiones en suspenso,
compra de medios, no entrega de papel, hegemonía mediática.
- Procesos electorales opacos: Casi todos
hacen elecciones con un solo partido y el gobierno gana con imposibles 95 %. En
nuestro caso, el gobierno se declara en campaña con los recursos del Estado, el
árbitro se cuadra con la “revolución” y hasta se pone brazaletes del 4F. Y si
tienen que entregar, “ledezmizan” a los ganadores, o les nombran “protectores”.
Hoy, se les trasluce el miedo y se empeñan en poner trabas al Revocatorio.
-
Perpetuación en el poder: Ningún líder
socialista se va por las buenas. O enferman, o mueren, o los saca la “nomenklatura”.
En Venezuela, el presidente puede ser reelecto indefinidamente.
-
Presos políticos: Innumerables en todos los
comunismos. En Venezuela, son “políticos presos” con juicios muy discutibles.
Por ejemplo, Leopoldo, Ledezma, Rosales y decenas de dignos venezolanos.
- Complejo de Adán: En todas las
“revoluciones”, el mundo comenzó con el líder. En Venezuela, ignoran los logros
de la democracia civil y han tenido la desfachatez de comparar a Chávez con Bolívar,
el “segundo Libertador”…
- Grotesco enriquecimiento: sin comentarios.
No se engañe por las
particularidades. La “bolivariana” es la ruta del socialismo real.
Nuestro principal antídoto,
por ahora, es el Revocatorio. Lo intentan ignorar, al igual que las elecciones
de gobernadores. Arremeten contra la Asamblea electa por el pueblo. ¿Querrán
una a dedo, como las de Gómez? No oyen el clamor del 90 % del pueblo que
necesita que se vayan.
Cuando llegue un nuevo
gobierno, que vendrá, hay que evitar el retorno de otro Mesías más aprendido.
Aplicar estrategias que contengan: unidad con todos los sectores, democracia,
libertad de empresas, y proyecto marginalidad cero.
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