DIÁLOGO CON EL QUE CARGA LOS MOTORES
Rafael
Gallegos Blog núm. 244
GOBIERNO (G) – Hola mi compadre, por fin podemos conversar. Estoy
feliz porque te estás convirtiendo en el hombre nuevo.
PUEBLO (P) - Noo que va,
tas equivocao.
G - ¿Por qué compadre?
P – Primero, yo no soy
compadre tuyo, y segundo porque mi hambre no es nueva, es muy vieja.
G- Yo no dije hambre nueva,
sino hombre nuevo, y lo de compadre es por cariño.
P- ¿Cariño?, yo prefiero
que me lo demuestres con un pote de leche pa´ los muchachos, o una harina pan;
pero eso de compadre me suena a demagogia.
G.- Qué te pasa, nosotros
siempre hemos sido patria o muerte.
P.- Sí, en época electoral.
G.- No digas eso, me haces
sentir mal. Tú eres la razón de mi vida.
P.- Déjate de
romanticismos, prefiero que me digas: yo soy la arepa de tu vida.
G.- Claro compadre, soy la
arepa, la leche y las medicinas de tu vida.
P.- Y dale con lo de
compadre…
G.-… mira yo soy sincero
contigo, si a veces no te puedo dar todas esas cosas no es por mi culpa, es por
la guerra económica.
P.- Y vas a seguir con esa
cantaleta.
G.- Sí compadre, eso no es
cuento, es verdad, ¿no has visto en el canal de todos los venezolanos la
explicación de la guerra económica?
P.- Claro que lo he visto.
G.- ¿Y entonces?
P.- No entiendo.
G.- Tendré que explicarte
mejor.
P.- No chico, lo que no
entiendo es porque si la mayoría de las empresas que no producen azúcar, aceite,
leche, harina precocida, café y todas esas cosas que no hay, son del gobierno,
¿por qué le echan la culpa la empresa privada?
G.- Chico, la guerra
económica, ya te dije.
P.- Y yo te dije que no soy
bobo, yo sé que los generalotes de la guerra económica son ustedes. Han
expropiado miles de empresas y miles de hectáreas, no les dan dólares a las empresas y regulan los precios por
debajo de los costos.
G.- Oye, cómo has
aprendido.
P.- El hambre, vale, el
hambre agudiza el ingenio. Por ejemplo, ya aprendí que tú me engañaste.
G.- No lo veas así que
hemos tenido dificultades; pero ustedes cuentan con nosotros, estamos haciendo
grandes esfuerzos.
P.- Eso mismo le dije a mi
hijo cuando no le pude dar desayuno esta
mañana.
G.- Qué bueno, compadre… y
cómo le dijiste.
P.- Tranquilo mi niño,
aguante hambre, que su padrino se está esforzando, además, le repetí la frase
magistral del comandante eterno: ser rico es malo.
G.- ¿Qué te dijo tu niño?
P.- Papá, ¿qué dijiste, qué
el gobierno es malo? – me inquirió mi niño en medio de un bostezo de hambre que
casi me traga.
G.- Compadre, deje la
mamadera de gallo.
P.- ¿Mamadera de gallo?,
ustedes ya no engañan ni a los niños.
Con hambre y sin empleo
Qué mal te veo
G.- Mire que hemos
construido un millón de viviendas…
P.- Ahora te digo yo a ti deja la mamadera de
gallo, ¿ quién contó ese millón de casas?, ¿los mismos que recogieron doce
millones de firmas contra el decreto de
Obama?
G.- No seas desagradecido,
que antes al pueblo no se le tomaba en cuenta.
P.- La verdad es que
prefiero que me ignores. Y por cierto, ¿tú crees que no me doy cuenta que por pánico
al pueblo, están bloqueando el Revocatorio?
G.- Chico, lo que pasa es
que la oposición no sabe gobernar, estamos protegiendo al pueblo.
P.- No me proteja compadre, ni me haga reír. ¿Y ustedes sí saben
gobernar? Acabaron con el Guri y con los
embalses y me dejaron sin luz y sin agua, con PDVSA y ahora importamos gasolina
del mismísimo imperio, con la agricultura y me dejaron sin comida, con las
empresas y me dejaron sin medicinas y sin repuestos y con el debido respeto,
sin un carajo. Si Chávez hubiera insinuado este desastre, yo ni loco hubiera
botado por él.
G.- No digas eso.
P.- Además, me tienes con
la piedra afuera porque tú no respetas a la Asamblea, ¿tú crees que yo soy gafo
y no me doy cuenta que los tribunales están asociados con el gobierno, ley que
sale ley bloqueada, y que Tiby, la del
brazalete del 4F, les echa una mano? Y
por cierto, la inmunidad parlamentaria se respeta.
G.- Oye, no te me pongas
agresivo.
P.- Qué, ¿me vas a abrir un
juicio?
G.- De ninguna manera
compadre, usted sabe que yo lo quiero mucho. Y recuerde que por su bien estamos
parando la Ley de Amnesia Criminal y la Ley de Privatización de la
vivienda y la ley de…
P.- Sí, no te despreocupes,
que estoy esperando que me mandes a marchar contra la propiedad de mi vivienda,
y también para que dejen preso a Leopoldo por decir lo que la experta dijo que
no dijo, o a Ledezma porque el amigo del vecino de un compadre oyó que estaba conspirando. Ah! y los
viejitos, cómo adoran a tu comandante, van a manifestar para que no les den su
cesta ticket.
G.- Compadre, usted está
confundido, o lo engañaron…
P.- Sí… tú me engañaste. Y
por cierto, ¿cuándo nos devuelven a los diputados de Amazonas?
G.- Eso es Alta Política.
P.- Sí, como la partida de
nacimiento.
G.- Compadre, sin
alucinaciones personales, con mi patria no se meta.
P.- Bueno, que viva
Colombia...porsia.
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