DIÁLOGO CON EL QUE CARGA LOS MOTORES
Rafael Gallegos Blog núm. 244 GOBIERNO (G) – Hola mi compadre, por fin podemos conversar. Estoy feliz porque te estás convirtiendo en el hombre nuevo. PUEBLO (P) - Noo que va, tas equivocao. G - ¿Por qué compadre? P – Primero, yo no soy compadre tuyo, y segundo porque mi hambre no es nueva, es muy vieja. G- Yo no dije hambre nueva, sino hombre nuevo, y lo de compadre es por cariño. P- ¿Cariño?, yo prefiero que me lo demuestres con un pote de leche pa´ los muchachos, o una harina pan; pero eso de compadre me suena a demagogia. G.- Qué te pasa, nosotros siempre hemos sido patria o muerte. P.- Sí, en época electoral. G.- No digas eso, me haces sentir mal. Tú eres la razón de mi vida. P.- Déjate de romanticismos, prefiero que me digas: yo soy la arepa de tu vida. G.- Claro compadre, soy la arepa, la leche y las medicinas de tu vida. P.- Y dale con lo de compadre… G.-… mira yo soy sincero contigo, si a ve