LAS DEUDAS DE ESTA “REVOLUCIÓN”
Rafael
Gallegos Blog. Núm. 182
El drama de los venezolanos consiste en no haber sabido transformar al petróleo en calidad de
vida. El desastroso balance de la Venezuela de hoy, nos ubica como un Rey Midas
– aquel que todo lo que tocaba lo transformaba en oro… pero al revés. El oro,negro,
lo hemos utilizado para convertirnos en
casi un ex país. El mundo nos observa, con tristeza y con sorna, como un limosnero sentado arriba de un barril…
de petróleo.
Es que la Renta petrolera no es una varita mágica.
El petróleo ha sido un recurso que no hemos sabido transformar en riqueza
sustentable. Lo hemos usado para
implantar esta “revolución” petrolera. Puro realazo.
Se dice fácil el despilfarro de un millón de
millones de dólares; pero saque cuentas, a cada uno de los venezolanos, la
“revolución” le ha esquilmado casi cuarenta mil dólares. ¿Qué haría usted con cuarenta mil dólares? O doscientos mil dólares por familia. Habrá
que parafrasear a Luís Herrera y preguntar: ¿dónde están mis reales?
¿Cuánto le debe a usted esta “revolución”?
Comencemos por el petróleo, producen 2,5 millones de barriles diarios. Deberían
producir, según sus planes y lo que se estimaba si no hubieran botado a 23.000
técnicos en el 2002, alrededor de 5 millones de barriles. Han dejado de
producir por lo menos 2,5 millones de barriles todos los días, que en trece
años significan más de ochocientos mil
millones de dólares, a unos 80 $ por barril, sume y siga, otros treinta mil dólares por
venezolano y, más de cien mil por
familia. ¿Dónde están sus reales?
Además, y dejemos de sacar cuentas porque tanto número ya no nos cabe en la cabeza, agreguemos
las 4 millones de hectáreas confiscadas, ¿cuánta comida han dejado de producir?,
anote, que confiscaron el 25 % de las
tierras agropecuarias y las
convirtieron en erial. ¿Quién es el culpable de que no haya comida? Y las 1.200 empresas “socialistas”, hoy en general, no producen nada. ¿Dónde está
mi comida, y la suya y la de su vecino?
Milagro económico, sería que hubiera comida luego
de expropiar, confiscar, controlar, obligar a vender por debajo de los costos,
apresar a los empresarios, dificultar el acceso a los dólares, insultar y vejar
a los industriales, y usted tuviera en su casa papel higiénico, café, leche,
champú, harina pan.
¿Y dónde está su buen empleo, su buen hospital, sus
buenos centros educativos, su seguridad, su justicia justa, su libertad
para ser informado verazmente? ¿Quedará algo?
Desengáñese, todo
eso se lo quitó este socialismo. ¿Quiere saber a dónde vamos? Observe a
Cuba, sus carros modelo tablita, sus casas sin pintura, su bozal sin arepa y
con represión, los tristones ojos del “hombre nuevo”. Su cero libertad y cero
repuestos, sus elecciones monopartidistas, su tarjeta de seudo consumo. El balsero
que se arriesga a quemarse en sol del Caribe, a ser comida de tiburones, con
tal de salir de esa barbarie, para que lo
exploten los oprobiosos capitalistas del norte.
¿Cuánto falta? falta poco. Pero esto no es
mayonesa. Depende de usted.
¿ÁRBOL DE
LAS TRES RAÍCES?
En lugar de árbol, hay que hablar del desastre de las tres raíces: el resentimiento, el populismo y la estrategia de
destrucción.
Al resentimiento, lo hicieron endémico. Les echaron
la culpa a los ricos de la pobreza de los pobres. Yo soy pobre porque tú eres
rico. Ser rico es malo. Y ser empresario es malo. Y producir es malo. Ergo,
trabajar es malo.
Usaron al populismo para repartir dinero,
repartir cargos, repartir casas
inexistentes. Ahora no tienen que repartir y raspan la olla con los inventarios del país. ¿Ganchismo leninismo?
Y la estrategia de destrucción, no se engañe. Nada
les ha salido mal. Ellos nunca quisieron una industria de 5 millones de
barriles, ni un país lleno de empresas y empresarios con abundantes bienes de
consumo, ni un árbitro electoral imparcial, ni unos militares demócratas. Ese
progreso del país se hubiera transformado en gente rica, en poderosa clase
media, en poder económico que exigiría alternabilidad y les impediría estar en
el poder para toda la vida, como en Cuba, ese comunismo hereditario que ni Marx
pudo prever. Por ello, la destrucción ha
sido estratégica y su desiderátum es permanecer en el poder para toda la
vida.
Lo que pasa es que
los agarró la inercia de la destrucción. Pura vorágine. Se les fue de
las manos. ¿Seremos el triste record de la primera hambruna petrolera de la historia?
¿Dónde están mis reales? Casi que nos deben a
Venezuela. ¿Dónde está mi país? Pilas y guáramo son nuestras primeras
necesidades.
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