MÁS VERDADES DE VACACIONES
Rafael
Gallegos Blog. Núm. 171
“Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia
destrucción”, dijo el Libertador. La “revolución”, manipuló este pensamiento y dirigió
su batería ideológica hacia el engaño de los más desguarnecidos
intelectualmente, a objeto de convertir a nuestros compatriotas en ese instrumento ciego, y permanecer, como
en Cuba, toda la vida en el poder.
Al comienzo, el pueblo, frustrado por la desgastada
democracia, sólo les pedía que se
convirtieran en la esperanza. A los líderes les bastaba decir que todo estaba
mal y que ellos eran los vengadores.
Y el pueblo aplaudía, sin preguntar los “cómos”. Para
qué, la “revolución”, los haría felices por
siempre.
La culpa de los problemas era de los ricos, de Fedecámaras, de la
corrupción, de los cuarenta años, de PDVSA, de los adecos, de los copeyanos,
del imperio, del capitalismo, de la CIA, de la democracia representativa, etc. Todavía
Uribe no era el comodín.
Y el pueblo los llevó al gobierno. Se inauguró la
era de la híper esperanza.
El mismo pueblo que, emocionado y engañado, sin darse
cuenta que se quedaba sin trabajo, deliraba en su ruta hacia la destrucción cuando el líder expropiaba
a los ricos, invadía sus haciendas, tomaba sus empresas.
Y tampoco entendió que se quedaba sin bienes de
consumo, cuando el líder obligaba a los
comerciantes a vender por debajo del costo y los acusaba de acaparadores, explotadores, especuladores y claro, de
ladrones, vende patria, pitiyankies y golpistas; entre otros adjetivos
descalificativos.
Ese Juan Pueblito sentía mermar su sufrimiento, y
hasta le entraba un fresquito cuando oía que todos los adecos y copeyanos eran unos
ladrones, que se habían “cogido los reales de la comida de tus hijos”.
El mismo fresquito de cuando el líder de la “revolución” decía que PDVSA
estaba vendida al imperio, que le regalaba
el petróleo a los gringos, que era un estado dentro del estado, una empresa
opaca… lo que no dijeron era que le iban a echar tres brochazos más de pintura,
roja.
Y en su ruta auto destructiva, algunos se sentían
vengados cuando el líder hablaba de las
colitas de PDVSA. Puras mentiras y puro populismo. Ahora se hacen los locos con
los ministros que viajan en esos mismos
aviones con niñeras armadas y ni siquiera se toman la molestia de explicar. Claro,
los aviones son de PDVSA y PDVSA es de todos… ellos.
-
Tremenda cola, yo
también quiero ir a Brasil.
Los “revolucionarios” denigraban de la democracia
representativa. Y el pueblo aplaudía… mientras se la sustituían por las comunas, destructoras de alcaldías y
gobernaciones y dependientes directas del poder central. Igualitas a los soviets rusos y los CDR cubanos. Puro
comunismo.
Y el pueblo se esperanzó cuando hablaron de gobiernos
inclusivos. Claro, no les explicaron que sólo se incluirían ellos. Y
defenestrarían al alcalde Ledezma, inventarían la figura del protector, para ignorar
a los gobernadores y alcaldes opositores.
Y mucho pueblo se creyó el cuento de los 19
triunfos electorales. Como si no hubieran perdido las parlamentarias. O la reforma
constitucional, donde cual estudiantes,
repitieron el examen. Como si no nos debieran el reconteo que exigió Capriles.
Ah! y como si el árbitro no estuviera vestido
de rojo, y hasta con un brasero que dice 4F. Pura Tramparencia.
Por cierto, ¿cómo es eso que declararon sin lugar la
denuncia electoral de Capriles, sin
haberla leído?
Y ahora quieren que los venezolanos crean el cuento
de los políticos presos. ¿Cómo es posible que Lilian Tintori haya denunciado
que les tiran bolsas con excrementos a Leopoldo y a los alcaldes presos,
perdón, privados de libertad y de derechos , y el gobierno ni siquiera se digne a contestar que eso es mentira. ¿Derechos?...
sí, inhumanos.
Y el pueblo
cayó y calló, se durmió con
los despilfarrados dólares del petróleo caro. Y luego de una siesta de 16 años…
despierta con el pájaro del reloj, que en lugar de limitarse al cucú-cucú le dice: escasez, inflación, tramparencia, violencia,
presos políticos, eternización, hambre.
Ya el pueblo despierta. Por eso las encuestas que hablan de 60 o 70 % de la
opinión en contra del gobierno, contra la reelección indefinida, de la urgente
reforma de las instituciones.
Se acabaron los dólares tapa déficits de comida,
jabón, leche, papel, medicinas y un largo etc. Y a pesar de tanta hegemonía comunicacional, ya
nadie les cree.
El tiempo pasa y a las mentiras se les desgastan
las piernas cortas. Las verdades
regresan de sus vacaciones. Las verdades eternas: democracia,
libertades, trabajo, respeto, productividad.
Ya a los mesías, se les ven las costuras de falsos profetas.
MENSAJE A LA
OPOSICIÓN
O nos unimos y arrasamos en las parlamentarias. O nos mantenemos separados… y fracasamos.
Sin echarle la culpa a nadie.
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