ELIPSIS DE UN PUEBLO PETROLERO
Rafael
Gallegos
Blog. Núm. 145
El petróleo es el gran diferenciador de Venezuela.
Total, bien aspectado genera más dólares que el PIB de casi todos los países
latinoamericanos.
Paradójicamente, esa fortaleza, la convertimos en
nuestra debilidad. Como no hemos necesitado producir bienes y servicios para
disponer de los dólares suficientes para satisfacer las necesidades… no los
hemos producido. Por lo menos no suficientemente. A lo largo de las décadas,
transitamos varios booms petroleros. De todos hemos salido con las tablas en la
cabeza. O sea, nuestro problema no es de dinero… es de gerencia de nuestros
recursos.
La explotación del petróleo ha fungido bajo
diversas modalidades. Danza de concesiones;
concesionarios extranjeros explotando nuestro petróleo bajo mejora
paulatina de leyes y reglamentos; petrolera nacionalizada, la vieja PDVSA; el
disparate actual de la PDVSA pre quebrada, reforzada con aquella barbaridad de
“yoprovoquéelparo”. Bajo ninguna modalidad hemos logrado desarrollarnos de manera sustentable. O sea, nuestro problema no es
de modalidad… es de gerencia de la Renta y del país.
Aclaramos: el petróleo nos dio durante cincuenta años
uno de los mayores crecimientos sostenidos del mundo. Pasamos de ser un país
autoritario, pobre, palúdico y analfabeta, a una democracia modelo para América
Latina, con tal vez la mejor infraestructura: autopistas, viviendas,
universidades, ciudades, hospitales, buenas universidades, Guri, CVG,
industrias, agricultura, etc. Basta comparar las cifras de los años setenta con
las de los treinta. Dos países.
Sin embargo, el petróleo cobijó la gran
improductividad de nuestra producción de bienes y servicios. La dureza de
nuestra moneda nos daba un consumo de suecos. De allí el tabaratismo de los años
setenta y ochenta.
Pero, cosas veredes, mientras crecía el dinero,
también lo hacía la pobreza. Y como las divisas petroleras las manejaba un
Estado ineficaz, éste se enriqueció mientras la población empobrecía. Luego, la
Renta fue insuficiente para arropar tanta improductividad. Y el exceso de
dinero facilón, aflojó los resortes morales.
Venezuela, en lugar de perfeccionar el modelo,
escuchó al mesías que le calentó las orejas. Caímos por inocentes (y por ignorantes) y comenzamos el triste regreso… a
los años treinta, con tuberculosis y todo.
Así, vamos completando la elipsis petrolera.
Que conste, no hay quinta república, sino un
“ratón” de la borrachera en que se convirtió la cuarta. En lugar de reformularnos,
nos vengamos, de nosotros mismos.
POLÍTICA
PETROLERA
Sin embargo, el juego se acaba cuando se acaba. No
bote la bola, que usted sigue jugando.
Al proceso petrolero hay que analizarlo de manera
sistémica. No es sólo la producción, no sólo la renta. Se trata del Qué: maximizar los beneficios de la
industria petrolera. Del Cómo: optimizar
la productividad de la industria petrolera, de la industria general, del Estado
y de las organizaciones de las comunidades. Para qué: Para por fin, transformar el petróleo en calidad de vida de
los venezolanos.
Urge diseñar una Política Petrolera Integral. Que
pase por maximizar la Renta y optimizar la productividad de la industria y del
país.
Hemos hablado repetidas veces de un Tríptico Petrolero. Ni la Renta, ni la
industria, ni el país son tornillos aislados. Interactúan en una comunidad que
se llama Venezuela. El análisis debe ser integral. Nadie dijo que era fácil.
Pero es la única manera de hacer que el derivado 3001 del petróleo, sea nuestra
calidad de vida.
Los
venezolanos debemos controlar y orientar nuestro principal negocio, de lo contrario lo controlarán otros. Incorporarlo
a la estrategia del país. Abrir la industria al capital privado, participar en
la bolsa de valores. Potenciar la Refinación y la Internacionalización.
Desarrollar de una vez la Petroquímica como pivote de la industrialización. Así
como una sólida economía conexa. Definir la Responsabilidad Social como puntal
del desarrollo de las comunidades aledañas a la industria (transmisión de
energía creadora). Redefinir el manejo de la Renta incorporando a representantes
de todo el país en las decisiones, usándola sólo en inversiones, haciendo
participar directamente a los ciudadanos más débiles en el usufructo
(inversiones individuales en educación, vivienda y salud). Hacer Reingeniería
al Estado Venezolano a todos los niveles. Educar intensivamente a la comunidad
para optimizar su participación.
Todo es discutible dentro del paraguas de una Política
Petrolera Integral. O nos volvemos estrategas, o vendrá otro boom y nuestros
nietos… repetirán este lamento.
Las bases: democracia, estado eficaz, empresa
privada, control del negocio, participación y productividad. Todo en un mismo paragua.
Ya está bueno de repetir historias. Queda abierto
el debate.
Cambio elipsis por asíntota.
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